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Muchos no están de acuerdo sobre si el hombre tiene o no libre albedrío. Este folleto de 26 páginas muestra de las Escrituras que el libre albedrío no es el tema fundamental, sino el hecho de que el Creador posee todas las cosas y es responsable de todo lo que posee. Hay implicaciones legales muy interesantes en esto.
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Yo creo que este folleto le va a dar de ayuda en entender la Soberanía de Dios, y la pregunta entera del Libre Albedrío. Cada cristiano, parece, que cree que Dios es soberano en el universo. Por otro lado, la teología del hombre también parece que niega la soberanía de El cuando les cuestionamos en los detalles. Dios es soberano, nos dicen, pero por alguna razón, Dios ha escogido abandonar Su Soberanía, o su control sobre su creación, en orden para dar al hombre un libre albedrío.
Además, para complicar el asunto, muchos creen que uno de los ángeles superiores de Dios decidió, por su propio libre albedrío—por supuesto—derrocar a Dios. Este Lucifer, o diablo (De acuerdo al punto de vista comúnmente sostenido) fue también dotado con un libre albedrío, y él convenció a otros enfadados ángeles quienes estaban celosos de, o enojados con Dios por razones confusas, para unirse a rebelión. El fondo de esto es que es comúnmente creído que los dos, hombres y ángeles, tienen un libre albedrío, y pueden pecar o no pecar por su propia decisión.
Nosotros, si vemos la Biblia que al hombre se le dijo que escogiera lo que es bueno y que evitara lo que es mal. El hombre si tiene una voluntad; no hay pregunta acerca de eso. Es comúnmente creído que si el hombre tiene una voluntad del todo, entonces debería de ser totalmente libre.
El problema, entonces, es que se nos ha dicho en Juan 6:44 que ningún hombre es capaz de venir al Padre, excepto que el Padre no lo atraiga. La palabra Griega helkuo quiere decir, “arrastrar”. Y es traducida en la Reina-Valera como “trajere”.
Juan 6:44
44 Ninguno puede venir a mi, si el Padre que me envió no le trajere [#1670 helko]; Y yo le resucitare en el día postrero.
NT: # 1670
helkuo (hel-koo-o); o helko (hel-k0), probablemente semejante a NT:138; “arrastrar” (Literal o figurativamente).
Tú vas a encontrar esta misma palabra usada en otras partes de la Biblia, tal como en Juan 21:6,
Juan 21:6
6 El les dijo: “Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis”. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar [#1670 helko] por la gran cantidad de peces”.
La misma idea es expresada cuando los pescadores arrastran sus redes. Ahí hay pescado en la red, y el pescado no tiene gran cantidad de libre albedrío para escapar una vez que han sido capturados en la red. El pescado no sabe esto, pero nosotros, de una más alta inteligencia lo sabemos. También encuentras esta misma palabra en Santiago 2:6,
Santiago 2:6
6 Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos mismos los que os arrastran [#1670 helko] a los tribunales?
¿Los opresores ricos y poderosos vienen tocando en tu puerta y dicen?, “Usted tiene una decisión aquí! Nos gustaría que usted viniera a nuestra corte porque queremos poner una demanda sobre usted”.
Yo no creo que ellos le den a alguien el libre albedrío de opinión para rehusar. Ellos te esposan y te arrastran a Corte. Ese es el tema de Santiago 2, que quiere decir, “arrastrar”. Para arrastrar, implica, que ellos no tienen mucho libre albedrío en el asunto. Ellos pueden pelear y gritar todo lo que quieran, pero no es su decisión para hacer. Alguien de una más alta autoridad ha hecho ya la decisión por ellos, y ellos son forzados a cumplir.
Juan 12:32
32 Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré [#1670 helko] a mi mismo.
Aquí, Jesús usa la misma palabra, arrastrar. Esto no suena como si el hombre tuviera mucho que decir en el asunto. En otras palabras, si la expresión “arrastrar” implica que el rico y poderoso están arrastrando a Corte; o la red está arrastrando pescado dentro del bote, entonces los que han sido arrastrados han tenido su “libre albedrío” anulado por una más alta voluntad. Por lo tanto, podemos decir que si Jesús fue levantado, esto es, en la cruz—lo cual El fue--, El va a arrastrar a todo hombre a El mismo, justamente como El plenamente lo dijo. El lo hará.
¿Qué hace esto al libre albedrío? La palabra atraer [#1670 helko] realmente no permite hacer mucho en la manera de libre albedrío.
Juan 6:37
37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mi; y al que a mi viene, no le hecho fuera.
A quienquiera que el Padre ha dado a Cristo, va a venir a El. En otras palabras, esos quienes deciden venir a Cristo por su propio “libre albedrío”, son la gente a quien el Padre le ha dado a El ya. Hay Alguien detrás de la escena quien ha hablado a esa gente, y por lo tanto su responder es, “yo creo que quiero venir a Cristo”. Ellos piensan que es todo por su libre albedrío propiamente, sin embargo Dios ha jugado un papel escondido en el fondo, escogiendo permanecer anónimo.
Dios los ha escogido, así ellos, en torno, van a escoger a Dios pareciendo de su propio libre albedrío. Dios preserva esta ilusión del libre albedrío, y esto nos da la idea de que todos nosotros hemos decidido nuestro propio curso. Nosotros sostenemos esta ilusión del libre albedrío en nuestra inmadurez. Una vez que empezamos a entender quien es Dios, y veamos Su soberanía y Su gloria, y entendamos que El verdaderamente es el Soberano del universo; entonces vamos a empezar a ver que nuestra voluntad es meramente un responder de Su voluntad. Mientras más vengamos conociéndolo a El, lo más soberano El parece llegar a ser; y lo menos libre nuestro albedrío parece ser.
Así, la pregunta llega a ser, ¿Por qué el hombre siente la necesidad de cuestionar la soberanía de Dios, y establecer la idea de su propio libre albedrío? ¿Qué es lo que hay detrás de esta necesidad para cuestionar la soberanía de Dios? ¿Cuál es el motivo detrás de esto que hace muy fuerte a la gente sentir absolutamente obligada a mantener libre albedrío, y sin que su universo entero se haga pedazos? Hay tres motivos básicos para el mantenimiento del libre albedrío entre el hombre:
El primer elemento, es el orgullo humano y la necesidad del hombre de hacer algo en sí mismo en orden para ser salvo. El hombre quiere que Dios piense que él (el hombre) ha venido a El de su propia iniciativa, para que Dios esté contento con la decisión del hombre. En otras palabras, “Yo tengo algo de participación en mi salvación. Esto es un esfuerzo cooperativo entre Dios y yo. Dios no puede hacer nada sin mí, tal como no puedo hacer nada sin Dios”. Nosotros escuchamos mucho acerca de este esfuerzo cooperativo. Bueno, estoy de acuerdo que en un nivel parece que necesitamos cooperar con Dios—al menos en apariencia--, y no tengo un problema real con eso. Mi pregunta es: ¿Quién es él que implantó la idea dentro de nuestros corazones para hacernos cooperar con Dios?
El Segundo elemento detrás de la idea del libre albedrío es que nuestra vieja vida Adánica—la misma sigue estando bastante viva. Esta vida--misma quiere mantenerse por sí, y sobrevivir; no quiere morir. Esta es la mente carnal, y esta usa el ego del hombre para enfocarse sobre el hombre. Esto hace la voluntad del hombre el creador de todas sus decisiones. El hombre llega a ser la medida de todas las cosas, como los filósofos han dicho. Esencialmente, a su corazón es un punto de vista humanístico del mundo.
Terceramente, y tal vez la más importante para nuestro propósito, la razón por la idea de libre albedrío es la necesidad para explicar la existencia del mal en el mundo, en una manera que no hace a Dios responsable de esto. En otras palabras, si Dios es Soberano (somos preguntados), entonces ¿Por qué El permite todo este sufrimiento humano que se lleve a cabo? La gente siempre trae todos los cuentos terribles que pasan, y que continúan pasando. Si Dios realmente fuera Soberano, entonces, ¿Por qué no hace El algo acerca de los problemas del mundo? ¡Seguramente El no puede ser detenido responsable!
Teólogos y filósofos cristianos han propuesto dos soluciones opositoras a esta tercera pregunta. Un grupo dicen que ellos realmente no entienden el propósito de Dios para el mal, pero ellos saben que Dios va a trabajar todas las cosas para bien (Romanos 8:28). La otra solución es que Dios no es realmente responsable, que todo es causado por la humanidad y el diablo quien los inspira. Jeremías tiene algo que decir acerca de esto:
Jeremías 31:18-19
18 Escuchando, he oído a Efraín que se lamentaba: Me azotaste, y fui castigado como novillo indómito; conviérteme, y seré convertido, porque tú eres Jehová mi Dios. 19 Porque después que me aparté tuve arrepentimiento, y después que reconocí mi falta, herí mi muslo; me avergoncé y me confundí, porque llevé la afrenta de mi juventud.
Por el Espíritu, Jeremías escuchó a Efraín orando como “novillo indómito” que estaba arando una tierra para que Dios lo convirtiera, y él iba a ser convertido. Convertir quiere decir arrepentir, ir en otra dirección. En otras palabras, el agricultor es el responsable de convertir al novillo en la dirección correcta como se esté arando el campo. El problema es que este “novillo” particular es la tribu de Efraín, o la nación de Israel en general, y ellos no estaban acostumbrados a ser obedientes a Dios, el Agricultor.
Efraín continúa diciendo que después de que Dios lo convierta, él se convertirá, o se arrepentirá. El pasaje no dice que Efraín se arrepintió y después Dios lo convirtió, como si Dios hubiera reaccionado a su novillo. Dios está claramente mostrando ser “como las riendas” por así decirlo. El es el Único en control del novillo. Así Jeremías está mostrando que Dios tiene que iniciar todo,--de otra manera no sería llevado a cabo.
Nadie de nosotros sería salvo al menos que Dios lo hubiera iniciado primero. Ningún hombre puede venir al Padre, a excepción que el Padre lo arrastrare. Si Dios ha ordenado algún evento desde el principio (Llamado “predestinación” si quieres la palabra “P”), si El ha determinado algo, y lo ha ordenado, entonces esto va a pasar; PERO parecerá como si lo hiciéramos todo por nosotros mismos.
Jeremías 17:14
14 Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza.
Otra vez ¿Quién es la causa, y cuál es el efecto? La carne del hombre no puede iniciar alguna cosa buena. En mi carne no hay cosa buena.
Santiago 1:17 dice, “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto”.
Uno de los más grandes dones que Dios puede darnos es el don del arrepentimiento.
Romanos 2:4 dice que “Su benignidad te guía al arrepentimiento”. Si Dios nos guía al arrepentimiento, y empieza a arrastrarnos al Padre, entonces deberíamos de parar de estar tomando crédito por nuestro arrepentimiento, y empezar a alabar y agradar a Dios por darnos esta buena dádiva y don perfecto.
Si Dios no nos convierte--que es lo que nos causa para responder por convertirnos a El--, simplemente no nos convertiríamos a El. Así, entre esta realidad, y la palabra “arrastrar”, podemos preguntar: ¿Es esto realmente libre albedrío? Al hombre siempre le gustara tomar crédito por su arrepentimiento hacia Dios, su aceptación de Cristo Jesús como su Salvador, como si su salvación está basada sobre su propio libre albedrío de decidir. Para muchos teólogos esta es la única cosa que da a la salvación cualquier legitimidad. Ellos creen que si Dios ejercita Su Voluntad o interfiere en alguna manera con la decisión del hombre para venir a Dios, entonces de algún modo esto va en contra de la naturaleza de Dios.
Juan 1:11-12
12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
Hasta este punto suena como si el hombre tuviera libre albedrío. Pero entonces Juan dice en el verso 13:
13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
Esto no es la voluntad de la carne; esto no es la voluntad de varón; esto no es linaje de sangre. Esto es solo hecho por la voluntad de Dios. De todos los escritores de los Evangelios, Juan hace el caso más claro de la soberanía de Dios. ¿Estaba Juan inconsciente del debate sobre el libre albedrío? No, porque este asunto estaba en debate, precisamente tan caliente en sus días como está ahora en los nuestros. Había tres escuelas judaicas de enseñanza en esos días. Los esenios que creían que Dios era totalmente soberano. Los saduceos, que creían que el hombre tenía libre albedrío total. Los fariseos, que estaban en el medio, y creían que Dios “ayuda” a la gente a hacer bien. Estas mismas escuelas de enseñanza han venido hasta nosotros hoy día.
Por supuesto, recuerdas en Efesios 1:11, que Dios hace todas las cosas de según el designio de Su Voluntad.
Efesios 1:11
11 En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,
Para absolver a Dios de cualquier responsabilidad por el mal en el mundo, muchos teólogos cristianos hoy sienten la necesidad de tomar hacia atrás la mayoría de la soberanía de Dios. Primero ellos atribuyen la soberanía a Dios y después toman la soberanía hacia atrás y dan la mayor parte de la misma al diablo y al hombre. El libre albedrío cuando se toma en su conclusión lógica, remueve toda la soberanía de Dios, dejando a Dios totalmente impotente para hacer algo, menos estar a la línea de banda y amenazar a la gente con un castigo cada vez más incrementado. El está ahí, y espera y espera, y espera que alguien escuche, pero El es impotente para realmente hacer algo. Poco de asombrarse, entonces, que muchos cristianos viven en miedo al diablo, en vez de que por fe en Dios. Mientras ellos expresan fe en Dios con sus labios, se van a casa creyendo que Dios está en sería necesidad de ayuda para llevar a cabo Sus metas en la tierra.
Yo pienso que la mayoría de la gente está de acuerdo de que Dios no tiene que hacerlo de esta manera, si El así lo había escogido en el principio. Pero, la mayoría de ellos dicen que Dios lo hizo de esta manera, porque, por alguna razón misteriosa “no explicada en la Biblia”, El tenía que preservar el libre albedrío del hombre. Algunos llegan inclusive a insistir que Dios tenía que preservar el libre albedrío de los ángeles también. Recuerda, se nos enseña a menudo de que el diablo pecó por su propio libre albedrío.
Para mí esto es interesante, de que Dios tenga que estar a la línea de banda retorciéndose las manos, esperando que la gente se convierta a El. El está ahí en desesperanza cuando las cosas no van a su manera, pero el diablo no tiene tales restricciones. “El diablo me hizo hacerlo”, porque (ellos dicen) no es un caballero, pero Dios es. Dios puso las reglas limitándose El mismo y su propia voluntad en los asuntos del hombre, así, El no puede hacer nada acerca de nuestras decisiones. Sin embargo, el diablo tiene libre albedrío, dicen ellos, aun si Dios no lo tiene. El diablo no ha puesto alguna regla por él mismo; aun él es libre de imponer su voluntad sobre todos.
Cuando el espíritu de Dios habita en tu cuerpo, ¿tú sigues pecando por tu propio libre albedrío, verdad? Pero cuando el diablo habita en tu cuerpo y tú sigues pecando, entonces, tú no tienes libre albedrío,--el diablo te hizo hacerlo. ¿Por qué es esto? Se nos ha dicho que el diablo puede predominar sobre tu libre albedrío, pero entonces, Dios no puede. ¿No es esto interesante? ¿Es esto algún asombro, que en el final, el diablo gane por lo menos 99% de la humanidad?
¿El diablo ha tomado soberanía, y Dios ha renunciado? ¿Ese es el tipo de Dios que servimos? Cuándo te detienes y piensas acerca de esto, en dejar intacto el libre albedrío en el hombre, crea una muy espantosa situación en el mundo, porque si Dios esta al margen y no puede predominar el libre albedrío del hombre, entonces, ¿Como puede Dios profetizar algo? Hay libros dondequiera hoy, que aun acuerdan con esa premisa. Ellos dicen, “Eso es verdad, aun Dios no sabe lo que va a pasar todavía, porque el hombre no ha decidido, y el diablo no ha decidido”. Todo esto es un asunto de táctica, y Dios no tiene control sobre la situación.
Deberíamos preguntarnos a nosotros mismos, ¿Cuánto libre albedrío tenía el Apóstol Pablo cuando él fue convertido? Una luz vino y lo tumbó en su espalda, la luz resplandeció en sus ojos, y una voz del cielo le habló. Ponte a ti mismo en sus zapatos. ¿Hubieras podido decir, “no”? Pablo se llamó a sí mismo el principal de los pecadores en 1 Timoteo 1:15. Dios salvó al principal de los pecadores tumbándolo al piso, reclutándolo, y diciéndole: “Tú me vas a seguir desde ahora en adelante”, anulando totalmente el libre albedrío de Pablo. Esto pudiera ser tratado como una excepción a la regla. Pero pregúntate a ti mismo una cosa: ¿Qué sería si Dios hiciera eso a cada ser humano en el mundo? ¿Cuantos no cristianos tendría el mundo hoy?
Si las reglas de libre albedrío hubieran sido establecidas, entonces, aparentemente Dios puso a un lado esas reglas cuando vino al apóstol Pablo. Esto no es justo, ¿Cómo puede alguien creer que Dios realmente quiere salvar toda la humanidad, y sin embargo revelarse El mismo solo a unos cuantos? Si El realmente amara toda la humanidad, ¿No haría El con todo el hombre como El lo hizo con Pablo?
La realidad del asunto es que si Dios quisiera salvar a cada uno en este mismo día, El podría hacerlo muy fácilmente. Todo lo que El tendría que hacer es repetir lo que hizo al apóstol Pablo. Tumbar a todos al suelo y decir, “Yo soy Jesús, a quien tú persigues”. ¿Quién disputaría con El? De hecho, mira a unas situaciones menores. Cada vez que hay un encuentro genuino de arrepentimiento, donde el Espíritu Santo se mueve en poder, tú los miras convirtiéndose a El y arrepintiéndose. ¿Por que Dios no lo hace así todo el tiempo? No tendríamos la situación así en el mundo, si El lo hubiera hecho; pero El ha escogido no hacerlo así.
Cuando el mundo viene y dice que no cree en un Dios quien permitiría que pasaran todas esas cosas malas, ellos podrían tener un punto porque Dios podría pararlo a cualquier punto que El decidiera. Pero a la iglesia no le gusta esa solución. Su solución es que Dios no es responsable, porque Dios es básicamente incapaz. Sé seguro de ti mismo: Dios no es incapaz; Dios es s oberano, y El puede cambiar los efectos del mal a cualquier tiempo que El quiera. El mundo seguidamente, está más justificado que la iglesia, porque ellos por lo menos asumen que Dios tendría que ser realmente soberano si El es Dios del todo. La iglesia a menudo quiere diluir su soberanía hasta el punto donde Dios es totalmente impotente, un gigante incapacitado en el cielo.
La cuestión no está resuelta por remover la soberanía de Dios; la cuestión está resuelta por entender porque Dios hace las cosas de la manera que El hace. Eso toma más estudio y más trabajo, y conociendo quien es Dios, en orden para entender la solución real para los problemas del mundo.
Sabemos que todo pecado es registrado como una deuda. Cuando nosotros pecamos, obtenemos una deuda hacia la ley. La ley ha puesto sus leyes de responsabilidad para que así, si tú pecas en contra de tu prójimo, le debes restitución. Por lo tanto, es registrado como una deuda. Esto es el porque Jesús les enseño a sus discípulos a orar, “y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores” (Mateo 6:12). La versión de Lucas en el evangelio dice, “Y perdónanos nuestros PECADOS, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben”. Dios registra el pecado en términos de deuda.
En la manera de pensar del hombre la deuda continúa por siempre y para siempre. Es siempre castigo eterno. Pero las leyes de Dios no son de esa manera. (Y el hombre tiene el descaro de decir que el Dios del Antiguo Testamento era sin amor y sin misericordia.) Nosotros somos como el hombre en Mateo 18, quien debía diez mil talentos, una enorme deuda que él no podría pagar. Así el hombre, su esposa, sus hijos, y todo lo que tenía fue vendido por el pago.
Mateo 18:23-25
23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. 24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. 25 A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda.
Piensa acerca de esto. A Adán le fue dada una esposa, hijos, y dominio sobre toda la tierra. Esto representa, “todo lo que tenía”—toda la tierra. Cuando pecó, todo lo que tenía fue vendido al pecado, y el pecado detuvo la deuda hasta que Cristo pagó esa deuda.
Pero porque Cristo pagó nuestra deuda, ahora nosotros llegamos a ser Sus siervos como justamente lo describe Pablo mismo en Romanos 1:1;
Romanos 1:1
1 Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios.
¿Cuánto tiempo la deuda iba a durar para el hombre en la parábola de Mateo 18? Hay un año de Jubileo que limita toda responsabilidad por la deuda. Esto es la ley de Dios. Nosotros no tenemos la autoridad o la soberanía que pueda permitirnos vendernos nosotros mismos dentro de una deuda, tanto que el año del Jubileo no pueda librarnos. Nosotros no tenemos ese derecho; tampoco nunca hemos tenido ese derecho o autoridad porque “no nos pertenecemos”. Tú no te perteneces a ti mismo. Tú tienes autoridad limitada sobre ti mismo, y cuando tú te casas, tú compartes a tu esposa aun más de tu autoridad.
La Propiedad es por último de Dios. Dios es dueño; nosotros tenemos solo autoridad limitada. Cuando hablamos acerca de propiedad—tal como cuando decimos que somos dueños de una tierra, o dueños de nuestra casa—tenemos que reconocer que ante los ojos de Dios nosotros realmente no somos dueños de la propiedad. Dios es dueño de todo la tierra (Levítico 25:23). Nosotros tenemos autoridad sobre ella que siempre es limitada por la soberanía de Dios y por Sus Leyes. Dios tiene leyes que limitan nuestra responsabilidad por la deuda. Cuando nosotros vamos dentro de una deuda, hay un tiempo en el cual se paga la deuda. Pero hay un año de Jubileo que limita la responsabilidad por toda la deuda.
Esto es llevado a cabo por la soberanía de Dios. Esto es un confort para mí, el saber que cuando todo lo malo que está pasando en el mundo, toda esta deuda de pecado que ha sido incurrida por tanta gente, esto no hace diferencia si ellos deben un trillón de dólares, o seis dólares. El Jubileo puede con todo eso. No hay cantidad de deuda donde la ley del Jubileo no aplique hacia nosotros a la larga. El Jubileo cancelará una deuda de seis dólares y una deuda de un trillón de dólares completamente igual con un trazo de la pluma. Esto es llamado la ley de Dios; y Su ley es muy misericordiosa.
Así sacamos la cuestión: ¿Pudiera Dios salvar cada hombre por el mismo método por el cual salvó a Pablo? ¿O fueron puestas las reglas de libre albedrío a un lado en el caso de Pablo? ¿Recibió Pablo tratamiento preferencial? Si Dios demostró su habilidad para convertir al principal de los pecadores y le causó que se arrepintiera, ¿por qué no lo hace más seguido? Entonces, si Dios no ejercita Su soberanía y salva a cada uno ahora como le hizo con Pablo, ¿quién es responsable por las almas perdidas?