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Capítulo 1: Las Parábolas de la Viña

Isaías 5.1-7 nos da las palabras de un cantar que Jesús usó como un modelo para Su parábola en Mateo 21.33-44. Un entendimiento de esta parábola es muy importante en conocer la mente de Dios en Su propósito a largo plazo y Su plan. El cantar de Isaías dice esto:

(Título) 1 El Cantar de mi Amado a Su Viña

Tenía mi amado una viña en una ladera fértil. (2) La había cercado y despedregado y plantado de vides escogidas; había edificado en medio de ella una torre, y hecho también en ella un lagar; y esperaba que diese uvas, y dio uvas silvestres.

Isaías después interpreta esto por nosotros en el versículo 7:

Ciertamente la viña de Jehová de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá planta deliciosa suya.

Debido a que la viña de Dios (Israel) no producía uvas buenas, sino sólo uvas agrias, “sin valor”, Dios dice en los versículos 5 y 6:

Os mostraré, pues, ahora lo que haré yo a mi viña: Le quitaré su vallado, y será consumida; aportillaré su cerca, y será hollada. Haré que quede desierta; no será podada ni cavada, y crecerán el cardo y los espinos; y aun a las nubes mandaré que no derramen lluvia sobre ella.

Isaías no cuestionó el hecho de que Dios había plantado y era dueño de la viña. Israel y Judá fueron escogidos para producir buen fruto. Pero ellos no lo hicieron. Entonces, ¿Qué hizo Dios con Su viña escogida? La destruyó.

Jesús después construyó Su parábola alrededor de este tema básico, pero lo aplicó más específicamente a la nación de Judá en la cual Él vivía. Él lo modificó y agrandó sobre ello, diciendo en Mateo 21.33-35:

Oíd otra parábola: Hubo un hombre, padre de familia, el cual plantó una viña, la cercó de vallado, cavó en ella un lagar, edificó una torre, y la arrendó a unos labradores, y se fue lejos. Y cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores, para que recibiesen sus frutos. Mas los labradores, tomando a los siervos, a uno golpearon, a otro mataron, y a otro apedrearon.

La diferencia en estas dos parábolas es que Isaías dice que la viña produjo uvas sin valor, mientras que Jesús dice que los labradores rehusaron a entregar los frutos al Dueño de la viña. De cualquier manera, el Dueño fue privado de los frutos de Su labor, lo cual Él deseaba tener.

Los esclavos del Dueño, o siervos, son los profetas, quienes Dios mandó a Israel y a Judá para recibir los frutos del Reino. Pero los líderes de la gente los golpeaban o los mataban, como Jesús explicó después en Mateo 23.29-39. Esto dice en parte:

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos, y decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas. Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas. ¡Vosotros también llenad la medida de vuestros padres!

En la parábola de Jesús, Él profetizó Su propia muerte a las manos de los labradores (no los romanos, toma nota) en Mateo 21.37-39,

Finalmente les envió su hijo, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo. Mas los labradores, cuando vieron al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero ; venid, matémosle, y apoderémonos de su heredad. Y tomándole, le echaron fuera de la viña, y le mataron.

Así no sólo los labradores rehusaron entregar a Dios los frutos de la viña, y no solo ellos mataron a los profetas quienes venían a llevar los frutos a Dios, sino también ellos CONCIENTEMENTE mataron al hijo, quien era el HEREDERO de la viña. ¿Por qué? En orden para “apoderarse de Su heredad”. Ellos no hicieron esto en ignorancia. Este no fue un caso de error de identidad. Ellos lo hicieron porque ELLOS SABÍAN QUIÉN ERA ÉL.

Entonces la pregunta puesta por la parábola de Jesús es dada en el versículo 40:

Cuando venga, pues, el señor de la viña, ¿qué hará a aquellos labradores?

Jesús les permitió que se juzgaran ellos mismos. Ellos respondieron en el versículo 41,

Le dijeron: A los malos destruirá sin misericordia, y arrendará su viña a otros labradores, que le paguen el fruto a su tiempo.

Jesús respondió en el versículo 43,

Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros , y será dado a gente que produzca los frutos de él.

Ahora bien mi punto es este: Si el Reino de Dios es quitado de alguien quien ha estado previamente como labrador de la viña, ¿es esa persona está todavía como “escogida” ante los ojos de Dios?

Hay escrituras que hablan de la restauración de la Casa de Israel. ¿Por qué se ve esta contradicción? ¿Será porque nosotros no tenemos el mismo entendimiento que Jesús tenía? Yo sé que muchos están en desacuerdo con Jesús. Yo sé también que muchos insisten que esta parábola fuera escrita generaciones después por gente quienes odiaban a los judíos y quienes así insertaron esto en la Biblia.

Yo estoy en desacuerdo con todo lo citado arriba. Por una cosa, la parábola de Jesús no dice nada diferente de los otros evangelios, del libro de Hechos y de muchos escritos del Apóstol Pablo. En otras palabras, esto es consistente con el resto del Nuevo Testamento. Así que si estuviéramos de acuerdo que el evangelio de Mateo está corrompido, entonces hemos abierto una puerta para destruir todo el Nuevo Testamento.

Esto ha llegado a ser muy popular hoy día en culpar a los romanos por la crucifixión de Jesús. El Nuevo Testamento EN NINGUN LADO pone culpables a los romanos, aunque Pilato fue forzado por una manipulación a someterse (Juan 19.12). Es ilegal hacer una falsa acusación, así yo no puedo culpar a los romanos, no importa que tan “políticamente correcto” se vea. Ver, por ejemplo, Hechos 7.52 donde Esteban dice,

¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que anunciaron de antemano la venida del Justo, de quien vosotros ahora habéis sido entregadores y matadores;

Bueno, obviamente, ellos lo apedrearon por hacer esa declaración, no porque ellos mal entendieron, sino porque ellos lo “entendieron perfectamente”.

Pero en este estudio en particular no se enfoca en quién es responsable por la crucifixión de Jesús. Nosotros sabemos de la profecía que era un plan divino desde el principio, y que el sacerdocio aarónico eran los únicos a quienes les estaba permitidos por ley hacer el Sacrificio. Los romanos no tenían el llamamiento divino, y si entonces ellos hubieran crucificado a Jesús, se habría violado el principio de la ley divina dada a Moisés, y las escrituras no habrían sido cumplidas. Tal punto de vista es por lo tanto totalmente inaceptable.

En esta presente serie, es mi propósito explicar el concepto del Pagaré en profecía. El Pagaré es lo que el juez da al pecador quién no puede pagar la deuda de su crimen (pecado) en el que incurre. En el caso arriba, Dios requería los frutos de la viña, y los labradores robaron los frutos del verdadero Dueño. Así, ellos le debían a Dios los frutos de Reino y les fue dado un Pagaré en la Corte Divina.